En la incertidumbre el hombre camina a ciegas, sin ser capaz de distinguir los infinitos matices que unen los mundos extremos donde habita.
Limitado por el tiempo y el espacio no alcanza a comprender la totalidad de la Existencia, la infinitud de la VIDA, la eternidad de lo ABSOLUTO.
El trabajo interno es la respuesta implícita de la raza humana, para ampliar su nivel de Conciencia, en el interminable viaje a DIOS.
La humanidad, tiene hoy, ante sí un futuro insospechado.
Todo un Universo de nuevas realidades, se abre ante sus ojos, cumpliendo aquello de
"QUIEN TENGA OJOS PARA VER QUE VEA".
Nuevos hombres, nuevas sociedades, nuevas responsabilidades.
Cada SER humano es la expresión de la Vida y vehículo a través del cual la vida se perpetúa, cualquiera sea su nivel de Conciencia.
La libertad es un don personal, que no puede desligarse de la responsabilidad sobre sí mismo, generando esto un despertar en la Conciencia.
No puede ejercer la libertad quien no sea capaz de asumir compromiso sobre sus acciones.
Y, no puede ser responsable quien ignore la repercusión de sus actos, aquel que carece de Conciencia.
La libertad, para actuar es la conquista humana.
Decidir, libremente sobre la VIDA, implica tener Conciencia plena de ella y esa comprensión, se adquiere únicamente acercándose al proceso CREADOR que se cumple con el concurso del Hombre.
CREAR, DAR VIDA, es un acto sagrado cuyo ejercicio nos identifica con lo DIVINO.
Por ello el acto CREADOR es un acto responsable, comprendido y deseado plenamente.
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