lunes, 26 de abril de 2010

LA ECOLOGIA UNA PROPUESTA DE VIDA

¿Qué es la contaminación?

Puede definirse como la inserción en nuestro “Hábitat” de sustancias orgánicas e inorgánicas de desecho que por su cantidad y calidad sean difícilmente degradables y por lo tanto nocivas para la vida en general. Y por lo tanto nocivas para la vida en general.

En la naturaleza se producen constantemente fenómenos físico- químicos que son normales porque mantienen el equilibrio dentro de los ecosistemas, en estos casos no podemos hablar de contaminación, porque las situaciones momentáneamente adversas son reversibles, un ejemplo lo tenemos en las erupciones volcánicas o la caída de meteoritos.

Si es cierta la hipótesis de que un gigantesco meteorito acabó con la vida de los grandes reptiles del Jurásico, fue precisamente porque la contaminación de la atmósfera debido al polvo levantado dio paso a un cambio evolutivo, en la vida del planeta.

Cambio del cual debían surgir otras formas de vida con el tiempo, la atmósfera volvió a la normalidad y la Tierra se vitalizó nuevamente, de acuerdo a este ejemplo, podrá hablarse de dos tiempos de contaminación.

A): Natural, debido principalmente a fenómenos telúricos, (terremotos, huracanes, maremotos, meteoritos, lava, vapores tóxicos, entre otros).

B): Artificiales, la producida por el hombre, por lo general reversible a muy largo plazo, en otros casos no, ejemplos: desechos metálicos, caucho, plaguicidas agentes químicos, de poder tóxico o destructor, del ozono, los desechos de la energía nuclear.

Este último aspecto es el que debe analizarse, para tomar Conciencia de que no podrá subsistir en un medio donde coexiste el ser humano con desechos.

En el pasado, remoto había espacio suficiente en nuestro planeta, eso sumado al bajo índice demográfico, permita que nuestros desperdicios, pasaran inadvertidos.

Los daños que el hombre producía se debían más a su condición de incultura, y pobreza En ambos casos era la enfermedad que por higiene deficiente sumada a la ignorancia y los prejuicios, permitía que las plagas medraran para diezmar a veces poblaciones enteras (cólera, peste bubónica, lepra, parasitosis, enfermedades de transmisión sexual.

El tipo de contaminación interhumana no incidía mayormente en la naturaleza que entonces era prístina porque como expresamos la cantidad de habitantes era muchísimo menor que en la actualidad, y si a esto le sumamos la existencia de industrias, resulta evidente que el “habitat” sería diferente.

Por todo lo expresado es que resulta fundamental tomar conciencia de los problemas existentes, del cuidado que debemos tener para no continuar ejerciendo indiscriminadamente un poder destructor, que atente contra la supervivencia de la vida del planeta, no solo la humana.

La Constitución Nacional en el Art. 41 dice:

“Todos los habitantes gozan del derecho a u ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano, y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras, y tienen el deber de preservarlo.

El daño ambiental generará prioritariamente la obligación de recomponer según lo establezca la ley.

Las autoridades proveerán a la protección de este derecho, a la utilización racional de los recursos naturales, a la preservación del patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica y a la información y educación ambientales.

Corresponde a la Nación dictar las normas que contengan los presupuestos mínimos de protección y a las provincias las necesarias para completarlas, sin que aquellas alteren las jurisdicciones locales.

Se prohíbe el ingreso al territorio nacional, de residuos, actual o potencialmente peligrosos y de los radiactivos.

Actuemos pues para cumplir adecuadamente este propósito.

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